Hace tiempo que no cuento mis cosillas por aquí, no es que haya dejado el blog ni nada por el estilo, es sólo que mi vida se está convirtiendo en monotonía y me da por no expresar nada.
Pero que nadie se preocupe, que rápidamente os pongo en situación :)
Después de dejar claro a cierto personajillo todo lo que pensaba de él y que soy rubia pero no tonta, me ha bloqueado del Whatsapp, entendible si eres una persona inmadura que no sabe hacer frente a lo que te estoy diciendo. Pero lo divertido de esto no es que me haya bloqueado claro, es que me bloquea y desbloquea a su antojo...
Que sí, que ahora me apetece chinchorrear tu foto, pues te desbloqueo, que ya he visto mucho tu foto, pues te bloqueo... Uff más paranoico que yo, la verdad.
Siento que todo lo bonito que vivimos juntos se lo ha cargado, cuando pienso en él, lo primero que se me viene a la mente es todo esto que está haciendo tras tres años y sinceramente, no sé donde está esa persona que conocí hace tres años y que intentó hacerme feliz.
Centrémonos, que han pasado tres añitos y fue él el que me dejó, dicho esto sigo sin entender nada de nada, ni mucho ni poco.
Por otro lado pensé en pasar el verano lo más tranquilita posible después del verano pasado y de los miedos que ya me estaban entrando a la llegada de este, pensando si tendría que volver a pasar por lo mismo.
Así que haciendo locuras varias, (Sí, he dicho locuras) estoy llevando el verano lo mejor que puedo.
Lo malo de todo esto ( y lo bueno, por Dios y lo bueno...) es que como ya estamos en los últimos días de Agosto, mi mente está volviendo a adoptar su forma natural.
Quien me mandaría a mí... que nadie se queje ni se enfade que en el verano tengo que hacer lo que sea para mantener la mente en otro sitio.
En fin, que más o menos lo mismo de siempre pero dejándome llevar y con mucho calor.
Echando de menos mi vida de invierno pero queriendo que siempre fuera verano con lo que poseo del invierno.
Enamorada hasta los huesos y con ganas de abrazarlo y no soltarlo, ¡qué bonito es el verano!