LLevo un tiempo en que mi vida es una rutina enorme. Cada día lo único que hago es ver pasar las horas.
Salgo menos que un pez del agua y cuando me apetece salir al final acabo pensando y ¿Para qué? ¿Con quién? Me perderé las cosas que hago cada día... así que al final no salgo y me quedo en casita haciendo lo que hago cada día: Ver pasar las horas.
Estos últimos días he tenido un intento de cambiar eso, o quizás ha sido sin querer. El caso es que me he visto un "pelín" (muchín) ahogada por todos lados y he pensado que no sería malo recibir oxígeno nuevo.
Mientras mi H2O habitual está recuperando su propio oxígeno, a mi me llega Dióxido de Carbono por todos lados:
Novias fantasmas que nunca están en casa pero que parece que están en todos los sitios, tíos que dicen que no pueden más porque se están pillando por ti, conversaciones ya manidas, 15 días que se me están haciendo los más largos de mi vida...
Entonces para cambiar todo esto he empezado a hacer cosas que antes me tenía prohibida a mi misma.
¿Qué por qué estaban prohibidas? Pues sinceramente no lo sé ni yo.
Y la verdad es que unas cosas me han salido bien (usemos bien como no quedar siempre por debajo y haber subido un escalón en nuestras venganzas particulares) y otras como el culo, por qué no reconocerlo...
Necesito aires nuevos, necesito a mi H2O ya, porque la vida sin él es todavía más difícil de lo que lo es ya.
Aire que no fluyes por mi cuerpo, ten piedad de mí.
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