sábado, 30 de octubre de 2010

LOS BRAZOS DE LA OSCURIDAD

Hace tiempo que no escribo una entrada sobre un tema en concreto. Me pongo a pensar y no consigo extraer nada del mini-yo; supongo que al pobre lo tengo agotado con otro tema del que no sabe muy bien como escapar...

El caso es que la otra noche estaba yo muy tranquilita a horas un poco ilógicas de estar con el pc, pero claro, es que el piiiii cable cargador me ha dicho que ya no quiere funcionar más, que ya ha trabajado mucho y que a partir de ahora va a trabajar cuando verdaderamente le apetezca y me parece a mí que se ha tomado unas vacacioncitas porque no "furula", y a esas horas fue cuando le había dado por funcionar... y me encuentro con un e-mail de una persona que conozco pero que no conozco y me dice que me tiene que contar una cosa muy importante de una cosa que le han preguntado pero que no se puede enterar nadie. Y la verdad, una que es muy "cagueta" pues se asustó.

Pensé que todo esto venía de una preocupación que tenía yo hace poco tiempo (sinceramente si fuera eso, sería lo peor que me hubiera pasado en la vida por lo menos visto a día de hoy, quizás si algún dia me tiene que pasar a lo mejor no lo veo tan malo) pero que sabía yo que ya estaba solucionada, pero aún así, los brazos de la oscuridad me atraparon y no me dejaron escapar.

Hay situaciones o problemas que si mi mini-yo los "trabaja" por el día incluso llega a encontrarles solución, pero cuando cae la noche, todo se vuelve oscuro (y me vendría genial una frase que he escuchado hace poco y que es perfecta para colocarla en este punto, pero me la guardo porque quiero utilizarla esta semana para otra cosa para mí importante, -para el receptor de la cosa espero que también y que le guste lo que tengo pensado hacer...-)

Pues esa noche, después de apagar el pc y de acostarme, empecé a darle vueltas al tema y a encontrarme mal y a verlo todo negro y sentía que la oscuridad me tragaba, como si de los laterales de mi cama salieran dos brazos que no me dejaran escapar. Veía el fin del mundo, las taquicardias no dejaban de suceder y eso para mi corazoncito es malo porque no sé como se llama eso, pero tengo menos pulsaciones por minuto en reposo que la mayoría de la gente, como los grandes deportistas decía mi pediatra, y claro, si me acelero, pues me pongo mala porque mi cuerpo no está acostumbrado a tal eufória.

Tras una noche para olvidar llegó una mañana resplandeciente la cual volvía a aportarme la serenidad perdida horas antes y volviendo a tener lucidez, nunca mejor dicho. Durante esa mañana volví a cerciorarme de que mi tema preocupante seguía solucionado.

Como se puede suponer, el tema que me quería contar esta chica no era para nada algo importante, y mi tema estaba solucionado desde hacía mucho tiempo, así que no había nada por lo que temer.

Una vez leí sobre esto y decía algo así como que la postura del cuerpo, la falta de luz y el tener los ojos cerrados, colaboran a que sucedan este tipo de cosas. La próxima vez que me suceda tendré que encender la lamparita de la mesilla...

2 comentarios:

  1. Hola, llámame karura, leí tu entrada y esa sensación que describiste al caer la noche se me hace familiar,parece angustia pero aveces viene sin razón aparente, un temor que no tiene justificación, pero que está allí haciendo que nuestra cabeza piense cosas desagradables o que nuestro cuerpo las sienta, yo... apostaría a que es ansiedad más que angustia, la ansiedad según mi opinión se puede manifestar haciéndonos sentir espectación por las cosas que vayan a pasar sean buenas o malas, o por la sensación de que nos sentimos incompletos, que a pesar de todas las cosas que hemos hecho, nos falta hacer algo, o nos falta algo.

    Por otro lado cuando empiezo a analizar lo que siento en ese momento aveces creo que se debe al ambiente en el que estoy, por ponerte un ejemplo:
    el otro día estaba escuchando música en mi reproductor mp4, pero no podía disfrutar de la música, comencé a sentir algo extraño que hacía que se me erizaran los cabellos, al rato hasta la hermosa música me sonaba desagradable, así que probé con salir a caminar un poco a ver si se me pasaba y resultó, incluso llegué a mi casa con mejor ánimo, espero que mi experiencia pueda serte de utilidad para tu reflexión, muy interezante tu blog, te felicito.

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  2. muchas gracias por tu comentario Karura, la verdad es que son esas sensaciones las que suelo sentir, anoche mismo me volvió a pasar. Son cosas que sé que no pueden ser pero mi cuerpo responde en la noche así.

    Bienvenida al rinconcito

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