sábado, 16 de octubre de 2010

MI SONRISA JUNTO A TU MIRADA

Mi punto fuerte mi sonrisa, el suyo su mirada...

Sus ojos se perdían en mí, parecía no haber nadie más junto a nosotros.

Serio, no dejaba de mirarme, sabiendo que esa mirada iba a calar hondo con el tiempo y que conseguía extraer de mí aquello que tanto deseaba: mi sonrisa.

Me miraba, pero parecía no aguantar mucho, agachaba la cabeza y sonreía, reía. Cuando me tocó hablar me dirigí a él, conseguí mantenerle fija la mirada, no habia nadie más en la sala en nuestra mente y una vez comencé a hablar, agachó la cabeza y no fue capaz de mirarme.

Estratégicamente me quedé hasta el final, salí la última de aquella sala, todo estaba planeado, todo controlado y sus ojos volvieron a clavarse en mí. De nuevo me pedía que le regalara aquello que tanto apreciaba, mi sonrisa, que se la ofreciera y así lo hice.

2 comentarios:

  1. Cuantas miradas y cuantas sonrisas, quedan perdidas con el tiempo.
    Sensaciones en su momento, pero nada + que eso.
    Un saludo muy cordial. maric.
    Estupendas tus reflexiones.

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  2. muchas gracias maric me alegro de que te gusten.

    Es cierto, cuantas sonrisas y cuantas miradas me hicieron feliz en un momento dado...

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